
La responsabilidad de un bebé es enorme, ya que implica las responsabilidades de los padres y su completa atención, en su alimentación, sus horas de sueño y el cariño de los mismos.
La relación que hay entre los padres y el pediatra debe de ser muy constante en los primeros dos años, ya que deben de visitarlo cada mes, para ver su desarrollo físico y nutricional, y ver su progreso, y las medidas necesarias que necesita el bebé para crecer sano y fuerte.
Después de los primeros dos años, la visita con el pediatra disminuye a tres veces por año, y el ultimo año llega a ser la visita de dos veces por año.
Todo este procedimiento debe de ser constante en el bebé para que pueda desarrollarse por completo